Todo empezó en un restaurante en Ginebra, allá por el año 2004.
Martin y yo vivíamos en Lausanne (Suiza) y decidimos irnos de “turista” un fin de semana a Ginebra (tipo 40 minutos en tren… tipo, vivo en Barcelona y me voy de fin de semana a Sabadell…). Enfin.
Por aquél entonces ya hacíamos cerámica – Martin ya subía cilindros de 50 cm y yo ya me había pasado al modelado (a razón de que Martin avanzaba mucho más rápido que yo en el torno y esto me fastidiaba enormemente).
Teníamos un taller que se llamaba “LePot”. Y teníamos 2 vidas: la diurna en nuestros trabajos – Martin, CEO en una empresa de embalajes, y yo, trader de tejidos en IKEA – y por las noches y fines de semana gestionábamos nuestro taller de cerámica.
Volvamos al restaurante: ya en el chupito de cierre, sobre un mantel de papel, dibujamos lo que pensábamos que sería un proyecto ¡UAU! – vivir al 100% de la cerámica, en Barcelona. Con la barriga llena, vino tinto y a por el tercer chupito, las ideas fluían a borbotones (algunas un pelín descabelladas, directamente proporcionales a la cantidad de vino ingerida).
El cambio era radical: de trabajo, de casa, de país, de cultura, de raclette a jamón. Pero a los dos nos va la aventura, así que nos lanzamos (sin paracaídas).
Y en enero del 2007 abrimos ElTornBarcelona. Así que hemos cumplido 12 años. Hemos madurado la idea de negocio, hemos aprendido a trabajar juntos (somos pareja Martin y yo), hemos crecido de 100m2 a casi 500m2 de taller. Mucho ha cambiado desde aquél primer borrador en servilleta de papel, pero la esencia se mantuvo: queríamos ofrecer un espacio donde disfrutar la cerámica.
Hoy somos escuela; somos espacio dónde alumnos y ceramistas (locales e internacionales) desarrollan sus obras; somos un grupo de amantes de la cerámica que comparten ideas y proyectos. Todo a la vez.
Ofrecemos clases semanales, cursos intensivos y workshops. Compartimos ideas, motivamos a recién llegados al mundillo, celebramos alegrías (apertura del horno) y nos apoyamos en los sustos (apertura del horno). Si haces cerámica, ¡sabes de lo que estoy hablando cuando me refiero a la apertura del horno!
También nos apuntamos a grandes proyectos, como el “Diagonal 11”, que tuvo lugar el 2016, durante el 47º Simposium Internacional de la Cerámica, aquí en Barcelona. Pincha aquí para ver el video.
¿La verdad? Es que somos muy felices Martin y yo, de haber sido completamente locos en tirarlo todo por la borda y empezar una nueva vida vinculada a la cerámica. De dejar el negro (lo seguro) y pasarlo al naranja (la creatividad y aventura).
Porque hay que arriesgarse; hay que lanzarse a por lo que te apasiona. Porque vida solo hay una (o al menos, una a la vez… bueno…. he estado escuchando audios sobre multiuniversos, donde dicen que tenemos varias vidas a la vez…. Quizás sea un tema para otro post :-)).