«La porcelana es quebradiza, dura, resistente a la compresión y débil a la tensión. Está hecha con dos sustancias: caolín y petuntse, o “piedra cerámica”, que es lo que le da a la cerámica su translucidez y dureza. Es elegante, refinada y a la vez exigente (no se deja «trabajar» por cualquiera, requiere saber manejarla) y terca (cuando la torneas o modelas, volverá siempre a la primera forma que le hayas dado).»

La porcelana se descubrió en China durante la dinastía Tang, que reinó entre el 618 y el 907 d.C. De todos los materiales cerámicos, fue el que más tiempo tardó en desarrollarse debido a la alta temperatura a la que debe cocerse (entre 1000 °C y 1600 °C).

A diferencia de la era de producción en masa actual, en la antigua China la porcelana era fabricada por varias pequeñas empresas en diferentes distritos. La familia imperial siempre tendría prioridad en la compra de las mejores cerámicas. Solo una pequeña cantidad de talleres podrían ser «hornos reales» después de recibir el reconocimiento del gobierno. Estos tenían el estatus más alto en la industria cerámica.

Durante la dinastía Song (960–1279), el arte y la producción alcanzaron nuevos niveles. La fabricación de porcelana se volvió muy organizada y los hornos podían cocer hasta 25.000 piezas.

Debido al comercio a gran escala desarrollado en las rutas de la Ruta de la Seda, la porcelana china se introdujo rápidamente en los países occidentales, desempeñando un papel importante en la difusión de la civilización china. Por cierto, la palabra “porcelana” se deriva de porcellana (concha de cauri), usada por Marco Polo para describir la cerámica que vio en China.

Para los entusiastas de la porcelana, desde los emperadores chinos hasta los amantes del arte occidental, las piezas de porcelana han servido como un artículo de colección especial. El precio récord que alcanzó una pieza de porcelana antigua fue de $84,000,000.

La porcelana es quebradiza, dura, resistente a la compresión y débil a la tensión. Está hecha con dos sustancias: caolín y petuntse, o “piedra cerámica”, que es lo que le da a la cerámica su translucidez y dureza. Es elegante, refinada y a la vez exigente (no se deja «trabajar» por cualquiera, requiere saber manejarla) y terca (cuando la torneas o modelas, volverá siempre a la primera forma que le hayas dado).

Además de los usos que todos conocemos (vajilla funcional, objetos de decoración, azulejos), la porcelana también se utiliza:
• En la industria espacial por su bajo peso
• como herramientas de corte
• para puentes y fundas dentales, ya que la porcelana resiste las manchas mejor que otros materiales
•  en bañeras, fregaderos, inodoros, estufas, lavadoras y secadoras, calentadores de agua, parrillas, ya que no mancha, raya, absorbe humedad, no se daña con productos químicos de limpieza ni se oxida.
• como revestimiento de túneles y estaciones de metro.
• y…. ¡En joyería!

De este último nos encargamos nosotros: con mucha ilusión recibiremos a Luca Tripaldi aquí en ElTorn para enseñarte a trabajar la porcelana, haciendo one-of-a-kindcollares y anillos. Chequea su Instagram para darte una idea de lo que estamos hablando: @lucatripaldiporcelaineandmore

Y aquí para obtener el detalle de este workshop.

¡Te deseo una gran semana! ¡Te veo pronto!
Paula